ONDINA...... se casa !

La vida nos sorprende con el paso de los años, y de pronto nos encontramos con que aquellos, otrora niños o adolescentes, se nos casan !
Pasando revista a esos recuerdos que se esconden dentro de la colorida piñata - ¿recuerdan?- que vengo a ser yo, encontré una carta de hace unos siete años que le enviara a …Ondina (¿la recuerdas?) y se me ocurrió rescribirla agiornándola un poco.
Aquí va.

Ondina era una princesa con los ojos pardos y soñadores y si bien de pequeña, su cabeza parecía un sol por lo dorado de sus rizos, hoy su cabello es castaño con tintes rojizos y cae sobre sus hombros, lacio y lánguido como ella, gracias a la planchita de la que suele echar mano cada vez que se presenta alguna festichola.
Ondina no solo es hermosa sino que también tiene una aguda inteligencia que la llevó a estudiar y recibirse de licenciada en psicopedagogía, como también una fuerte personalidad, que le ayuda a esconder a los ojos de los que la rodean, su alma profundamente romántica.
Durante algún tiempo eligió como vivienda el ala oeste del palacio de su padre, mudándose luego a unos aposentos mas amplios, pero siempre mirando al parque ya que en lo único que no cambió fue su romanticismo y sus charlas con la luna, confidente fiel de sus cuitas y sueños de amor.
Los años pasaron también para Ondina, y así fue como una noche vio llegar a su enamorado príncipe, desde los lejanos fondos del condado de Santa FE, no en una 4x 4, como esperaba, acorde con los tiempos, sino en un brioso caballo blanco y con un ramo de flores, cosa que hizo se sintiera toda una Julia Roberts, en Mujer Bonita, mas ahora que su cabello lucía un intenso reflejo rojizo .
Nuestro, mejor dicho, su Richard Gere, se bajo del blanco corcel, busco dentro del ramo un estuche, y abriéndolo se arrodillo a sus pies y así no mas le dijo:
-“Hermosa princesa, pienso que podríamos ser muy felices juntos, por eso he reservado en la abadía del condado fecha para el 18 de febrero próximo para casarnos”- mientras le ponía una sortija en su dedo y una sonrisa ilumino su rostro, y sus ojos brillaban dejando caer un dejo de seducción .
“- ¿Donde te gustaría pasar la luna de miel?”
La alegría le hizo saltar el corazón a Julia Roberts, digo, a Ondina quien ni lerda ni perezosa contesto :
-“Bueno, la verdad es que aquí tengo un folleto sumamente atractivo del Club Mediterrane sobre los viajes al Caribe. Podríamos pedirle a mi abuela que nos vaya haciendo las reservas.
Mientras tanto ¿por qué no me ayudas a hacer unos origamas para adornar las mesas?
Pienso que un gran bols con pecesitos de colores quedaría precioso en medio del salón-"
Y planeando la boda, se fueron ambos en el brioso corsel blanco.
Se dice que la última vez que los vieron, fue una noche de luna llena en el trópico, adornados cada uno con collares de colmillos y flores en sus cabezas, sorbiendo Mai Tais en un coco junto a un lago de aguas cristalinas, en una isla desierta que no figura en los mapas, pero fronteriza entre este mundo y el paraíso.
Creo que deben seguir por allí, porque hasta ahora no regresaron…..